Publicado en 1968, es el título de un libro que reune los cuentos “La mujer rota”, “La edad de la discrección” y “Monólogo”, escritos por Simone de Beauvoir. Se trata de tres piezas con un hilo conductor común: están protagonizados por tres mujeres que son víctimas de las relaciones con sus parejas. Estas mujeres no siempre son conscientes de su condición de víctimas o se descubren como tales, de un modo inesperado. El amor las conduce a una actitud abnegada que desemboca, tarde o temprano, en la insatisfacción y en el aislamiento.
Nuestros tiempos son otros, pero la diferente situación actual de la mujer en la sociedad, no ha cambiado un estado de cosas que Simone de Beauvoir supo percibir muy tempranamente y logró describir de un modo realmente impactante, mediante tres relatos narrativamente muy distintos entre sí.
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LA EDAD DE LA DISCRECIÓN
Este es el primer cuento de "La Mujer Rota".
"¿Mi reloj está detenido? No. Pero las agujas no dan la sensación de girar. No mirarlas. Pensar en otra cosa, en cualquier cosa: en este día detrás de mí, tranquilo y cotidiano, a pesar de la agitación de la espera.
Enternecimiento del
despertar. André estaba encogido sobre la cama, los ojos cubiertos con una
venda, la mano apoyada en la pared, con gesto infantil, como si en la confusión
del sueño hubiera necesitado experimentar la solidez del mundo. Me senté en el
borde de la cama, apoyé la mano sobre su hombro. Se arrancó la venda, una
sonrisa se dibujó sobre su rostro desconcertado."
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MONÓLOGO
Segundo cuento.
"¡Imbéciles! Corrí las cortinas la luz idiota de los faroles y de los árboles de Navidad no entra en el departamento pero los ruidos atraviesan las paredes. Los motores los frenos y ahora se ponen a tocar la bocina se creen califas cuando al volante de sus 404 modelo familiar semisport de imitación de sus Dauphine lastimosos de sus convertibles blancos. Un convertible blanco con almohadones negros eso sí que es lindo y los tipos silbaban cuando yo pasaba con los anteojos oblicuos un pañuelo de Hermés en la cabeza ¡y ellos que creen enloquecerme con sus caras mal lavadas y los aullidos de sus bocinas!"
LA MUJER ROTA
Tercer y último cuento de la trilogía.
"Martes 14 de setiembre
Una de las cosas que encantaban a Maurice es la intensidad de lo que él llamaba mi "atención a la vida". Durante esa breve intimidad conmigo misma se ha reanimado. Ahora que Colette
está casada, Lucienne en Norteamérica, tendré tiempo para cultivarla. "Vas a aburrirte. Deberías conseguir un empleo", me dijo Maurice en Mougins.
Insistió. Pero, por el momento, en todo caso, no tengo ganas. Quiero vivir por fin un poco para mí. Y aprovechar con Maurice esta soledad de dos de la cual tanto tiempo estuvimos privados. Tengo un montón de proyectos en la cabeza."
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