Micromachismos coercitivos (o directos): el varón usa la fuerza moral, psíquica, económica o de la propia personalidad para intentar doblegar y/o anular a la mujer, quitándole toda razón. Como ejemplo: la intimidación, toma repentina del mando, apelación al argumento "lógico" de su poder, agobio a la víctima, insistencia abusiva, control del dinero, uso expansivo del espacio físico, etc.
Micromachismos encubiertos (de control oculto indirecto): el varón oculta su objetivo de dominio y a partir de maniobras sutiles que pasan desapercibidas impiden el pensamiento y la acción eficaz de la mujer, llevándola a hacer lo que no quiere y condicionándola en la dirección elegida por el varón. como ejemplos, los requerimientos abusivos solapados, maniobras de explotación emocional,, culpabilización del placer que la mujer siente, enfurruñamiento, acusación culposa y maniobras de desautorización entre otras.
Micromachismos de crisis: suelen utilizarse en momentos de desequilibrio en el estable desbalance de poder en als relaciones, tales como aumento del poder personal de la mujer por cambios en su vida o pérdida del poder del varón por razones físicas o laborales. El varón al sentirse perjudicado, puede utilizar específicamente estas maniobras o utilizar las definidas anteriormente, aumentando su cantidad o su intensidad con el fin de restableces el statu quo. Como ejemplos se pueden encontrar: dar lástima, desconexión y distanciamiento, hacer méritos, etc."